domingo, 21 de noviembre de 2010

El Rolex Learning Center reúne bibliotecas de 10 facultades en una sola


Un edificio revolucionario es el que responde a una nueva exigencia programática del cliente (la universidad, en el caso del Rolex Learning Center) con un proyecto sin precedentes.

La Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) resolvió en 2006 el concurso para construir un edificio destinado a laboratorio de enseñanza y sede de las bibliotecas de diez de sus facultades en una sola, con el propósito de provocar el efecto café; es decir, las charlas informales entre estudiantes e investigadores (en el EPFL hay 7.000 y 4.000, respectivamente) de distintas disciplinas, en las que puede producirse el intercambio de saber e ideas, la chispa, el progreso. Participaron en dicho concurso doscientos equipos de todo el mundo, y entre sus doce finalistas quedaron algunas de las más potentes firmas europeas. Los japoneses de Sanaa también participaron y lograron el encargo.

El proyecto de Sanaa propone un sorprendente espacio único, continuo, fluido, de 20.000 metros cuadrados, y combina estructuras complejas con la elegancia formal. Tras casi veinte años de preeminencia de la arquitectura icónica, espectacular, llamativa, ha llegado una obra de gran envergadura que tiene voz propia pero no grita, es elocuente y abre nuevos horizontes.

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