Por Juan Carlos Pérez Elvira
(Diplomado en Biblioteconomía y Documentación)
Estoy seguro de que las bibliotecas públicas necesitan ponerse a la vanguardia en cuanto a la investigación sobre tendencias de ocio de la ciudadanía a la que sirven. Por eso, las bibliotecas son un observatorio extraordinario y necesario de las necesidades de ocio y de formación, y no solo para su supervivencia y significación social.
La inclusión de los videojuegos es una de las novedades en las bibliotecas públicas de los Estados Unidos y Canadá en los últimos años, pero no es la única tecnología que ha desembarcado recientemente. Ordenadores con acceso a Internet y puestos con hardware libre son dos elementos que se han sumado a la estantería de películas, algo que aunque no ha llegado a España, en los países de habla inglesa está teniendo mucho éxito y está propiciando que las bibliotecas vuelvan a ser el centro de la cultura y el saber, así como centros con cientos de visitas diariamente, algo que no ocurría desde hace años.
Los profesionales que deseamos estar a la vanguardia en cuanto necesdades de formación y ocio de la ciudadanía deseamos y luchamos para que la presencia de videojuegos y hardware libre sea potenciada masivamente en España e Hispanoamérica.
Estoy seguro que dentro de una década, materiales como los circuitos Arduino, BeagleBone, LittleBits, Minnowboard MAX, Nanode, Raspberry Pi, Sharks Cove y Waspmote, serán tan familiares para nosotros, los profesionales de la biblioteca pública, como lo son hoy los lectores Kindle. Será habitual que en las instalaciones de las bibliotecas se construyan drones con la tecnología que proporciona el hardware libre.
Algunas bibliotecas públicas que han incorporado el hardware libre son: la Toronto Public Library, las Vaugham Public Libraries, la Woodridge Public Library...
Bien merece la pena tener estos recursos en las bibliotecas públicas si queremos servir como siempre a los usuarios, ¿no lo creéis así estimados compañeros y compañeras?
No hay comentarios:
Publicar un comentario