Fragmento del artículo del autor, Juan Carlos Pérez Elvira, aparecido en la revista Agora21
Juan Carlos Pérez Elvira
(jcpelvira@gmail.com)
Las bibliotecas públicas son importantes para las pequeñas localidades porque fomentan que los niños comiencen a leer, compartan la lectura y mejoren su capacidad lectora. En los adultos, las bibliotecas estimulan la capacidad lectora y escritora funcional, y la habilidad de cálculo. Constituyen espacios de aprendizaje formal, donde las familias aprenden juntas, acceden a diversos recursos, aumentan la confianza y construyen comunidades más seguras y sólidas.
Son una puerta de acceso de las comunidades locales a los servicios del ayuntamiento, la Diputación, la Comunidad Autónoma y los Ministerios, pues posibilitan el contacto entre personas, acceso a sitios web oficiales y al e-government, recursos de formación en línea y a las ventanillas únicas. Esto se traduce en la presencia de la administración cerca de los administrados, servicio de biblioteca comunitario y servicio de lectores domésticos.
La diversificación de la actividad económica de las zonas rurales, basada en un gran peso del sector primario, es una de los objetivos de los grupos de acción local y de las administraciones abocadas a la transformación de estos espacios rurales, generalmente de bajísima densidad de población y envejecidos. La transformación de la actividad económica precisa de actividades de formación continua y perfeccionamiento de la mano de obra, así como la mejora de la oferta de formación permanente, aspectos en los que la biblioteca debe jugar un sobresaliente papel, si se la dota de más recursos económicos y de personal profesional, adecuado y entusiasta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario